Este pasado sábado 7 de agosto a las 18:30 se disputó la XVII edición del Triatlón de la Gomera con menos calor que el pasado año, pero con un vientillo incómodo que dificultaba la ascensión a los puertos y que al bajar daba de costado por lo que había que ir con algo de cuidado. En categoría masculina dominio absoluto de Raúl Lecuona de principio a fin, aunque en el tramo de carrera a pie le tocó sufrir un poco por un flato que le dio que le hizo ir caminando durante un rato e incluso pararse, pero la distancia acumulada durante la bici le sirvió de colchón para poder recuperarse, reanudar la carrera y entrar primero en meta como el grandísimo campeón que es. Segundo quedó Jonay García del Titanes y tercero Pavel Castro del Bayana. Y en categoría femenina no faltó nadita, pero nadita, apenas 20 segundos para que Adela se subiese a lo más alto del cajón, hizo 1:25:57 por 1:25:38 de la ganadora. Seguramente ya por la mañana al ir con Diana a reconocer el perfil de una prueba que le venía como anillo al dedo los colmillos le crecieron como a los vampirillos de Crepúsculo, olía sangre y así fue, se “jartó”, como si hubiese ido a comer al Churrasco con el agujero negro en el estómago, incluso a un servidor le extrajo unas gotas al aventajarme en algo más de 15 segundos, mejor parcial femenino en bici y 57 de la general combinada, lástima que el margen acopiado no fuese suficiente para doblegar a la postre ganadora con todo merecimiento Yanexy Díaz, del Trimédano, que con un mejor parcial en natación y un ritmo más vivo durante la carrera a pie fue poco a poco deglutiendo la ventaja acumulada en la bici y superarla a pocos metros del final. Tercera fémina quedó la nueva bestiazul Lucía Funes, que aun prefiriendo la larga distancia ya se ve que le va cogiendo el tranquillo a los sprint, con un magnífico segmento en bici, y aún mejor en la carrera a pie marcando el mejor parcial con un tiempo de 20:54 para los 5 kilómetros.
Fenomenal Ignacio haciendo una auténtica demostración de energía bestiazul –casi me da pal pelo el tío– al que también el sector de bicicleta de auténtica montaña le venía de perlas, así que nada más salir del agua se dedicó a arrancarle las pegatinas a las bicis de los contrincantes, la mía incluida, lástima que en la carrera a pie se confundiese en la segunda vuelta y entrase por meta cuando no le tocaba, apercibido por los comisarios reemprende la carrera pero ya perdiendo algunos segundos que le hubiesen hecho subir algunos puestos en clasificación general, así todo acabó en un magnífico 50 puesto con 1:21:47.
Yo por mi parte creo que hice una buena natación para lo poco que estoy nadando y de la parte de carrera a pie también quedé satisfecho, lástima que en la bici no puede estar al mismo nivel, cuando la carretera se empina me cuesta coger ritmo y al principio iba algo débil de piernas, aún así pude hacer un tercer puesto en Vet. I con 1:20:51.
Sigue siendo el triatlón de la Gomera una prueba especial, donde se mima al deportista, donde tienes una residencia en la que pernoctar gratuitamente, a pesar de que este año las inscripciones fueron limitadas debido a los recortes de presupuesto, una pena porque dada la belleza del recorrido y el ambiente bien podría superar los 200 participantes. Donde no se notó el recorte fue en el convite nocturno con un buffet espectacular para deportistas y amistades que dejó a todo el mundo ahíto. Pero en este triatlón está todo pensado señoras y señores, ahí está ese cuarto segmento para bajar la comida con las sesiones dance y salsa en el Enigma hasta altas horas de la madrugada, una peculiaridad que lo hace diferente y más divertido. Por cierto, ¿hizo viento fuerte después de acostarnos? Yo no me enteré pero alguien debió dejarse la ventana abierta porque por la mañana parecía que había pasado un huracán por allí dentro arrasando con todo.
Yo me lo pasé del diez… ¿y ustedes?
