Bueno, aquí empieza el ladrillo. Recomiendo leer esto a la hora de la siesta, su lectura la asegura.
El viaje comienza el viernes por la tarde. En Los Rodeos me encuentro con Pepe Padrón y su mujer y nos vamos juntos en el mismo avión. En
Cogemos el coche y para Los Llanos. Llegamos justitos para recoger los dorsales y la bolsa. A Pepe, por cierto, lo dejaron sin camiseta, con lo fácil que hubiera sido que los de la organización la metieran en la bolsa del corredor como se hace en todas las carreras.
Ya por allí se respira el ambientillo pre-competición y saludamos a docenas de amigos palmeros, grancanarios y tinerfeños que andan pululando por los alrededores. Vamos un rato a la charla-coloquio y luego nos vamos a cenar los cuatro a un sitio muy coqueto en la misma plaza de la meta a hacer la correspondiente carga de hidratos mientras comentamos aventuras pasadas y nuevas por venir. Pepe y su mujer se quedan en un hotel en Los Llanos y José Álvaro y yo nos vamos al más que faraónico hotel Princess, que queda
Y el día grande comienza a las 4 de la mañana, después de menos de 5 horas de sueño. Vamos al desayuno-buffet donde nos encontramos con más amigos. Nadie sabe lo duro que es ver delante de ti cincuenta mil manjares a cual más apetitoso y por culpa de la carrera que empiezas dos horas después no puedes más que probar un poquito de un par de cosas. A Dios puse por testigo que en el desayuno del día siguiente me iba a vengar. Y vaya si me vengué.
Nos metemos en la guagua para el faro. El ambiente cada vez está mal caldeado. Y tan caldeado llegó a estar que se empañaron por completo los cristales de la guagua. Alguno se quejaba de exceso de calor, seguro que no fue a la edición del año pasado.
Llegamos al faro y allí la emoción sube al encontrarme con mis buenos amigos canariones Antonio, Modesto, Andrea (italo-canarión), los del Rungosay, además de la maravillosa gente del Bichillo y del TenerifeTrail. Parece un tópico eso del buen ambiente que hay en estas pruebas, pero es una verdad como un templo, con esta gente da gusto ir a cualquier lado. Y ya finalmente me encuentro con uno de mis grandes ídolos, Toño Calzadilla, que se me queja de una bronquitis de caballo y me dice que probablemente no llegue a meta. Antes de la salida hago la visita al baño de rigor (esta vez anduve muy apurado) y a esperar el pistoletazo y la desbandada general.
Salimos en medio del pelotón, craso error, ya que ello nos provocó el hacer prácticamente casi toda la subida hasta el Teneguía adelantando por fuera del sendero a la gente. Ello tenía dos ventajas: no te encontrabas con gente que te interrumpiera el paso y el suelo al ser más duro ayudaba en la tracción mejor que el sendero. Pero también tenía una desventaja: como te cayeras el leñazo iba a ser monumental. Afortunadamente eso no se produjo y justo al pie del Teneguía ya notamos como la gente iba más espaciada y se podía correr sin muchos problemas. Allí adelantamos a Nerea Fernández. Luego más adelante a Basilio que nos comentó que se había producido un incidente en el primer cruce ya que equivocaron al pelotón de cabeza y los desviaron de la ruta de carrera. Nos ponemos ya a la altura del volcán San Antonio y ya empezamos a oler a élite. Allí nos encontramos con Suso y Javi el muflón y más tarde a Darío, que me deslumbra por completo ya que llevaba las largas en el frontal.
Al pie del volcán San Antonio hay una escena que para mí es la más espectacular de la prueba, y es ver el rosario de luces que bordean el Teneguía titilando en medio de la más negra oscuridad. Un auténtico regalo divino, hay que estar allí para saber lo que es eso.
Llegamos a Fuencaliente con paso ligerito y allí se hace de día. Me quito el frontal y la braga del cuello y a por el primer avituallamiento, donde como es habitual, me demoro más de lo debido, con lo cual se me aleja José Álvaro y me adelantan Javi y Darío. Salimos del pueblo y nos internamos en el monte, donde recupero mi puesto, justo allí se cumple la primera hora de carrera, las sensaciones son buenas y las piernas van bien. Seguimos a buen ritmo José Álvaro y yo y no paramos de adelantar gente, entre ellos al pobre Andrea que iba con una rodilla hecha polvo.
Poco a poco las posiciones se van definiendo y ya metidos en los últimos kilómetros antes de llegar a Las Deseadas hacemos un grupito con otros cuatro corredores más de la carrera corta. Llevamos un ritmo constante a pesar de lo ondulado que es el recorrido y de la irregularidad del suelo. Empiezan a abundar ahora las zonas de picón y de arena volcánica que dificultan mucho la tracción y frenan el avance. En estos momentos es donde más ayudan los bastones. José Álvaro y yo los llevamos y hacemos un uso intensivo de ellos. Los chicos que van nosotros no los llevan, pero a pesar de ello nos siguen el ritmo sin problemas. Yo me digo “Con menudos animales nos hemos juntado”. Justo en la zona más dura y empinada de arena volcánica nos encontramos parado a un corredor retorcido de dolor. Resulta que es Luis Ramírez, el palmero, que en la carrera del Cubo de
Seguimos todo el grupito subiendo hasta llegar al avituallamiento de Las Deseadas. Me pongo en cabeza del grupo y aprieto el ritmo por dos motivos: para evitar la polvareda y para aprovechar las últimas subidas, porque está claro que lo mío no es bajar. Allí me doy cuenta del carrerón que estoy haciendo. El año pasado había llegado a ese punto en 2h.45’. Este año llegué en 2h.28’. De nuevo en el avituallamiento me demoro más de la cuenta y todo el grupo me adelanta. Además, bebo un montón del mejunje ese que decían que era isotónico y me sienta fatal, estoy un minuto con el estómago medio raro, afortunadamente se me pasa enseguida y puedo recuperar el ritmo. A partir de Las Deseadas la carrera empieza a ser un tobogán, con muchas más bajadas que subidas, pero éstas rompen el ritmo y la moral. Yo recojo los bastones, pero me doy cuenta que no debía haberlo hecho pues todavía me iban a servir en más de una ocasión.
Por esa zona se divisa el otro gran momento del día: a mano derecha del filo que vamos atravesando hay una pequeña caldera de lava negrísima, muy reciente, una auténtica maravilla.
Poco a poco nos aproximamos a meta. Y para mi sorpresa y a pesar de ser bajada, logro adelantar a todos los componentes del grupo en que iba. Todo tiene una explicación: ellos se habían quedado sin piernas en la tremenda subida de arena y picón al hacerlo sin bastones y yo tenía las piernas todavía con ganas de folclore. Pocas ganas, eso sí. Total, que me pongo casi a la altura de José Álvaro, a menos de
En meta saludos y abrazos con todos los amigos y conocidos, y saco la cámara para hacerle fotos a los de la carrera larga que van llegando. Me atiborro de fruta y luego un masajito que le devuelve la vida a mis sufridas piernas.
Después de una larga espera bajamos a Los Llanos gracias a la intercesión de Isa y nos pegamos la ducha en el pabellón donde teníamos las bolsas. Más tarde a comer algo a un bar que resultó ser punto de reunión de los yonkis del pueblo (menuda puntería la nuestra) y luego en guagua a Fuencaliente. Tuvimos la suerte de ir acompañados de dos corredores gomeros que nos hicieron el viaje más llevadero y ya en Fuencaliente tuvimos una muy interesante conversación con el alcalde, que nos vio pinta de corredores y nos preguntó por la prueba.
Y luego por la tarde, siestita, piscinita y a cenar a la meta de nuevo con Pepe Padrón y su mujer. Y a ver cómo iban llegando los verdaderos héroes que son los corredores de
Y después de la entrega de trofeos, los cuales tenían un pegamento que dejaba mucho que desear como me demostró David Galván, hubo tributo a los Bee Gees y tributo a Abba. No sé yo si será ésa la reforma tributaria que prepara el Gobierno.
Y allí nos enteramos de la fecha de
Y ya el domingo lo comenzamos con mi desayuno-venganza, luego ración de piscina con la élite, Salvador Calvo, Gaby, Depa, Basilio y demás cracks, donde Depa me informó de que
Y de broche final, vuelo de vuelta a Tenerife con la mejor compañía, el gran Toño Calzadilla, que esta vez fue derrotado por una bronquitis cabrona. Pero se vengará seguro.
Una vez más fue un placer estar en
Gracias a todos por la paciencia. Y enhorabuena al que haya llegado al final sin bostezar.
Aquí está la galería de fotos: http://picasaweb.google.es/trivalle/Transvulcania201002#
Como sigas bajando tiempo la élite se va a quedar atrás ;)
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